Para no descuidar ninguna de ellas, la psicóloga organizacional, Tanja Karle de la Universidad Andrés Bello, afirma que es conveniente que en el trabajo se negocie previamente con la jefatura correspondiente, ya que lo más probable es que la productividad disminuirá en cierto porcentaje. También es importante equilibrar las tareas académicas y laborales con la familia y el ocio.
“Para quienes trabajan y estudian, los tiempos personales o de distracción por lo general se reducen al estar en familia. Aquellas que están bien constituidas y que apoyan este estudio vespertino le facilitan al estudiante el objetivo de lograr un buen desempeño, tanto en la sala de clases como en el trabajo. Por ello, esto se debiera asumir siempre como un ‘proyecto familiar’, muy bien conversado previamente, sobre todo si hay una relación de pareja”, recomienda Karle.
La profesional explica que lo más funcional es hacerse una planificación semanal de horas de dedicación y cumplirla siendo realista, es decir, no proponerse más de lo que se puede realizar, respetando los horarios de familia y de descanso.
“Es más sano que el estudiante vespertino esté en clases hasta las 22 horas, luego cene con su familiar y estudie hasta la 1:00 am. No es recomendable que estudie hasta las 3:00 am, ya que finalmente la falta de sueño hará que su productividad y concentración disminuya”, sostiene.
Trabajo productivo y estudio eficiente
Para lograr esto, la psicóloga sugiere separar muy bien las cosas: Cuando se está trabajando, concentrarse en eso, responder sólo los correos electrónicos relativos a ello y evitar lo más posible hablar o escribir sobre la actividad académica. Esto requiere una muy buena coordinación con los compañeros de estudio, en que se establezcan las dinámicas de cooperación durante la misma clase o en el recreo. A su vez, cuando esté estudiando, la persona debe focalizarse con todo en esta actividad, por eso es importante la 'negociación' previa con la familia.
“No es recomendable estudiar y en paralelo chatear o ‘estar’ en Facebook. Es mejor fijarse 45 minutos de estudio alternados con 15 de ‘descanso’ en que se prepara algo para tomar, como un té o un jugo, y se responden los correos, respetando siempre los tiempos”, explica la psicóloga.
Cómo evitar el estrés
La especialista afirma que para evitarlo, debido a la sobrecarga de trabajo y estudio, lo más recomendable es la práctica de alguna técnica de disciplina mental, por ejemplo, meditación o yoga. También hay apoyos de homeopatía y otras técnicas, como Flores de Bach.
Consultada respecto de qué importancia tienen los momentos de distracción, Karle dice que mucha. No obstante, ésta hay que acotarla a actividades sanas. Por ejemplo, ideal es seguir o iniciar la práctica de algún deporte, trote, gimnasio a mediodía o entre el trabajo y el estudio.
“Las ‘pichangas’ de fútbol los fines de semana también sirven. A quienes les gustan los videojuegos, jugar Wii deportivo no sirve, ya que si bien puede ser práctico (no hay que ni salir de la casa), hace que la persona siga fijada en una pantalla y pierda el beneficio real de distraerse al aire libre o bien con personas distintas”, aclara Karle. Agrega que las reuniones con amigos también son una buena forma de distraerse, siempre y cuando se evite el consumo de alcohol o drogas. “Un buen pisco sour relaja, pero también adormece la mente y hace que la productividad disminuya. Hay que tener en cuenta que la mayoría de estos estudiantes también tiene clases los sábado temprano y/o debieran dedicar las primeras horas del día del fin de semana para estudiar”, advierte.
Fuente | www.universia.cl
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